Está claro para muchos de nosotros que la sociedad actual es una sociedad hipersexualizada, en la que la búsqueda del poder, el tener y el placer se visualizan como centro y cúspide de la vida, como una supuesta plenitud a la que debemos aspirar y supuestamente podemos alcanzar. En este artículo hablaremos especialmente de la ilusión del placer extremo, ese llamado “éxtasis” , cuya búsqueda se manifiesta evidentemente en: películas, vídeos musicales, la forma en que nos vestimos, nuestras conversaciones, etc, pero que tiene dos escenarios más claros pero menos conversados diariamente, pero que sigilosamente tienen el poder de destruir a una persona, una familia, un matrimonio, una vocación, estamos hablando de la pornografía y la masturbación.
La Pornografía
La palabra viene de pórne que significa prostituta y grafía que significa gráfica, y es que la pornografía no es más que eso: prostitución gráfica. El/la joven, niño(a) o adulto(a) que se acostumbra a ver este tipo de imágenes y vídeos se realiza un daño grandísimo, incalculable, a su proceso de pensamiento, a la manera en cómo visualiza y trata a las demás personas, y por lo tanto a su propia capacidad de interactuar y empatizar con otras personas lo cual tarde o temprano deriva en trastornos de comportamiento o comportamiento inadaptado.
El mal que se realiza al consumir este tipo de productos es inmenso ya que se crea la demanda para bienes y servicios de explotación sexual en el que personas de todas las edades, sexos, religiones y orígenes son usadas como un objeto cualquiera para intentar satisfacer los más depravados deseos de la carne que pueden surgir en un ser humano y que de alimentarlos, pueden conducir a su propia destrucción.
Vale con tan solo hacernos una simple pregunta: ¿Me gustaría que mi hermano(a), madre, padre, primo(a), abuelo(a), etc estuviera en ese vídeo o imagen? ¿Que pasaría si este fuera el caso? ¿Seria algo de lo que me sentiría orgulloso?¿Que le diría? . Entonces, si esto es algo que claramente no quiero para mi familia, tampoco debo quererlo ni apoyarlo para mi prójimo, recordemos las palabras de Jesús:
“«Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?» .Él le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. .Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas.»” Mateo 22: 36-40
La masturbación
En el caso de las masturbación, la cual en algunos casos incluso llega a ser promovida por sexologos como algo “saludable” e incluso “necesario”, existe una gran tentación de pensar: “Ah bueno, si no utilizo pornografia para hacerlo, entonces no tiene nada de malo ya que no le estoy haciendo dano a nadie” . Este pensamiento es desde un principio erróneo, primero porque me estoy haciendo un daño a mi mismo(a) ya que estoy sucumbiendo ante mis impulsos, las urgencias de mi carne, son estos mismos impulsos y esta falta de autodominio la que me puede llevar a cabo en un futuro -ya que no me entrene para manejar mi deseo de una manera saludable- al sucumbir ante la tentación y recaer en adicciones a la pornografía, drogas, ataques de ira y por sobre todo infidelidad, ya que en el momento en que se me presente la oportunidad, sienta deseo y no esté allí presente mi esposo(a) puede que caiga en la tentación de hacerlo con alguien más, ya que nunca quise aprender a ser dueño de mi mismo y sufrir en pro de un bien mayor. Como decía Jim Rohn “”Todos debemos sufrir uno de dos dolores: el dolor de la disciplina o el dolor del arrepentimiento”
La mentira de la masturbación o el sexo como necesidad fisiológica
Otra tentación puede ser el que queramos justificar una adicción o el uso de la pornografía o la masturbación alegando que esto es una necesidad fisiológica y que no podemos dejar de hacerlo porque esto sería “malo para nuestra salud”.
Primero aclarar que la salud debe ser integral, y que si me hago daño psicológicamente al caer en conductas de masturbación o de mirar pornografía realmente no le estaría haciendo un favor a mi salud. Segundo, entender que el sexo es catalogado como necesidad fisiológica en la pirámide de Maslow simplemente porque sin el mismo la especie humana no seguiría existiendo, no porque como en el caso de las demás necesidades de la base: comer, respirar, dormir, si no lo hago pueda morir.
El cuerpo humano tiene formas naturales sin requerir de la masturbación de regular las hormonas, el deseo sexual, mantener en funcionamiento el aparato reproductivo, etc.
En el hombre este mecanismo de regulación sucede mediante los denominados “sueños húmedos” en el que el cuerpo naturalmente libera el fluido seminal, y no es pecado ya que es un proceso involuntario e inconsciente del cuerpo humano, no sucede a voluntad sino que el cuerpo lo realiza justo cuando lo necesita.
En la mujer este mecanismo de regulación sucede mediante la menstruación y los suenos humedos, dos procesos perfectamente naturales e involuntarios que tampoco son pecado y que el cuerpo utiliza naturalmente como mecanismo de regulación.
Como mensaje final queda el recordar que tanto la pornografia como la masturbacion son pecado y actos intrínsecamente egoistas, todo lo contrario al amor que es el buscar el bien del otro y sacrificarse por esto. Mientras más nos entrenemos en el amor mejor serán nuestras relaciones humanas y mientras más nos busquemos a nosotros mismos peor lo serán. Ambos actos (pornografia y masturbacion) son condenados por Jesús: “«Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio.Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrojalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna.” Mateo 5:27-29
A Jesús todo el honor, la gloria y la alabanza!
Agradecimientos:
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https://www.bibliacatolica.com.br/la-biblia-de-jerusalen/mateo/22/